Ciudad Adentro
Los presidentes municipales de Jalisco, especialmente los de la Zona Metropolitana de Guadalajara, que pertenecen a partidos distintos al del gobernador del Estado, se quejan de que el Ejecutivo no les ha entregado partidas presupuestales que les corresponden, específicamente las del Fondo Metropolitano.
Algo similar sucede con la Universidad de Guadalajara. Es la razón del conflicto que ya tiene meses y parece que lejos de resolverse, empeora.
También está la situación crítica de los Hospitales Civiles, en donde se redujo en 20% la consulta externa, las fechas de las cirugías fueron diferidas y los que están trabajando lo hacen bajo protesta. Y si bien en este caso los recursos que hacen falta deben ser aportados por el Gobierno federal vía el Seguro Popular, el Gobierno estatal no ha hecho su tarea de gestión, además de que le solicitaron en carácter de urgente, 204 millones de pesos.
Detrás de todo esto está el señalamiento del Congreso del Estado de que el gobernador ha manejado alrededor de 10 mil millones de pesos de manera discrecional, nada más en este 2010; dinero que no aparece en la Ley de Ingresos porque proviene de partidas adicionales (excedentes) entregadas por el Gobierno federal.
Independientemente de los trasfondos políticos que sí son posibles en cada uno de estos ejemplos, es pertinente la pregunta ¿en dónde está el dinero? Porque resulta que para torneos de golf, Jalisco en vivo, MTV y ahora las marionetas gigantes, sí hay dinero, siempre hay dinero.
La genialidad de los diputados no prosperó, esa que comenté el sábado pasado en este mismo espacio: la aprobación de reformas a la Ley de Presupuesto para dizque “amarrarle” las manos a Emilio González Márquez pero no se va a publicar y por lo tanto no entrará en vigor.
Y luego, cuando el gobernador y otros funcionarios del Gobierno del Estado son cuestionados al respecto, invariablemente aducen que los recursos están etiquetados o que no pueden distraer los que se destinan a áreas sustantivas para dar a otras, etc., etc., etc.
Algo anda mal y, efectivamente, la rendición de cuentas en general, pero especialmente la relativa a los recursos adicionales, es nula, mientras los conflictos se suceden y Jalisco sigue perdiendo lugares en materia de competitividad y productividad y no deja de dar de qué hablar a nivel nacional e internacional por decisiones y declaraciones desafortunadas.
Otra pregunta cabe aquí, la he planteado en otras ocasiones: ¿hasta cuándo?
Las marionetas podrían ser la gota que derramó el vaso: casi 80 millones de pesos para un espectáculo que de revolucionario no tiene nada, que desquicia a la ciudad desde el jueves y se ha manejado con un misterio innecesario. Ochenta millones que le hubieran servido y mucho, a los Hospitales Civiles por ejemplo. ¿En dónde está el dinero que pagamos los contribuyentes? ¿Por qué se ejerce sin ton ni son?
Artículo publicado en El Informador el sábado 27 de noviembre de 2010.
