sábado, 31 de mayo de 2014

El colmo

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

La verdad es que “el colmo” me parece poco, pero no encuentro una palabra para resumir parte de la información que se generó esta semana y que tiene que ver con cuestiones económicas. Había pensado en algo así como “locura” y “cinismo” o “desfachatez”, pero bueno, ya no me entretendré en eso y mejor usted busque, encuentre y aplique los adjetivos que me mejor le parezcan; estoy segura que así será.
Entro en materia. Primero, una vez más, como fue durante todo el año pasado, se redujo la perspectiva de crecimiento de la economía mexicana. Bajó de 3.9 a 2.7 por ciento, nada menos y nada más que 1.2 puntos porcentuales. Si usted recuerda, el año pasado este mismo fenómeno se repitió mínimo cuatro veces y en gran medida la causa fue que el Gobierno federal no ejerció el presupuesto, lo que se conoce como subejercicio; hoy, según el CEESP hay un sobre ejercicio pero, dice: “su destino no ha sido el más efectivo para incidir en el crecimiento de la economía”.
En 2013 claro que oficialmente toda la culpa la tenía la economía de Estados Unidos y la globalización. Y estuvimos en recesión porque el PIB hiló dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo.
Entonces como ahora no lo quieren reconocer. No sé si realmente creen que con eso ganan confianza o evitan que los inversionistas se desanimen, los nacionales y los extranjeros porque, si se trata de la población (los que menos importamos para ellos, por supuesto), vivimos en carne propia la crisis económica. La falta de trabajo es preocupante; y se trata del empleo formal pero también de otras actividades económicas como la construcción, que de manera indirecta contratan a personas que trabajan a destajo, por ejemplo albañiles, fontaneros, carpinteros, electricistas… Por cierto, otra información generada también esta semana revela que sólo en cuatro ciudades del país (¡sólo cuatro!) creció la oferta laboral, y no se cuenta entre ellas Guadalajara. Se trata de Acapulco, Toluca, Cuernavaca y San Luis Potosí.
Y si es con relación a los inversionistas ¿creerán acaso nuestros gobernantes y demás funcionarios que tomarán decisiones con base en lo que diga un secretario? Más valdría que hablaran con la verdad para tomar decisiones sobre hechos y no parados en nubes color de rosa.
Agrego aquí una breve relación que espero ilustre la situación:
1.- 27 de mayo: Unos días antes, un estudio del CEESP concluyó que aumentar los salarios por decreto obstaculizaría el crecimiento económico de México (nada más falta que digan que por eso), que habría despidos y mayores afectaciones al poder adquisitivo; pero este día, el presidente de la Coparmex Jalisco “presumió” que la mano de obra barata es una oportunidad para atraer inversiones, que ya somos tan competitivos como los chinos, por eso, porque a los obreros y trabajadores se les paga poco (¿se habrá escuchado el señor? ¿Se dio cuenta de lo que dijo?).
2.- 28 de mayo: Luis Videgaray, secretario de Hacienda, ya con el dato de la reducción de la proyección del PIB para este año, dijo: “el problema de la economía mexicana es que crece menos de lo que debería” (¡No! ¿En serio? Dios santo, es el secretario de Hacienda).
3.-  28 de mayo: Eduardo Sojo, el panista que se quedó en el INEGI, afirmó: “la economía mexicana ha registrado un crecimiento muy bajo y lento en los últimos trimestres, lo que indica que se encuentra estancada” (como dicen los chavos: ¡No, bueno! ¿En manos de quién estamos?).
4.- 28 de mayo: Más tarde, en otra actividad, Videgaray reitera que no hay crisis ni recesión cuando las notas como las que enlistaré a continuación son cosa de todos los días: lecheros atraviesan situación dramática; cae el reparto de utilidades en Jalisco; habrá recuperación hasta el segundo semestre; México va a importar petróleo; crece el abandono de hogares por la situación económica… ¿le sigo?
Otros países han salido de crisis más severas con una política incentivadora del mercado interno: más salario, menos impuestos, más poder adquisitivo, más producción, más impuestos, más empleo… Otro dato que se me andaba quedando en el tintero es que las ventas de la Asociación de Tiendas Departamentales y de Autoservicio, como dice el INEGI “no muestra mejoría”, es decir, el mercado interno está deprimido porque no hay liquidez. Lo peor de todo es que tanto el gobierno como los empresarios se pintan solos para mantener esta situación que se antoja ya insostenible.

 Por eso “el colmo” me parece poco, suena incluso light. ¿Con cuál palabra resumimos este desastre?

Publicada en El Informador el sábado 31 de mayo de 2014.

domingo, 25 de mayo de 2014

"Cierto olor a podrido"

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Por lo general dedico este espacio al análisis y comentario de un solo tema, pero ahora hay tanto qué comentar, tanto que indigna y preocupa que serán varios los tópicos aunque todos tienen un común denominador: la violencia.
Originalmente sólo escribiría sobre la aprobación en el Congreso de Puebla de una ley que ellos llaman de “derechos humanos” (y por “ellos” me refiero al Ejecutivo y a los legisladores) pero a lo largo de la semana se han presentado varios hechos que, siento, no deben pasar inadvertidos, son una llamada de atención para todos, para la sociedad en su conjunto.
Vamos por partes. En el caso de la ley recién aprobada en Puebla, no son los primeros, antes lo hicieron en Quintana Roo, Chiapas y el Distrito Federal, casualmente, las dos últimas son dos de las entidades en donde más manifestaciones se registran; y la tendencia es que normas similares o iguales se aprueben en todo el país. ¿De qué se trata? Es una ley que permite el uso de armas de fuego contra manifestantes, así de contundente, así de fuerte, así de peligroso, así de grave.
De seguro saldrán defensores y justificadores profesionales para argüir que no en todos los casos, que sólo cuando se den determinadas condiciones o situaciones… Sí, ajá. Ya veo a los comandantes policíacos, en pleno fragor de la manifestación verificando tales condiciones para tomar una decisión. Se corre el riesgo grande y muy peligroso, insisto, de disparar primero y después averiguar. ¿Qué puede pasar? Que la gente de todas maneras salga a la calle a protestar o que decida mejor quedarse en casa. Creo que a las “autoridades” les gusta más la segunda opción. Me parece una medida intimidatoria a todas luces y que atenta contra el derecho constitucional de libertad de expresión y de libertad para manifestarse. Hay varios organismos no gubernamentales que se han quejado y están tratando de hacer algo, pero se ve difícil. Por supuesto, en este tema está implícita la violencia, la represión.
Otro asunto muy violento para la mayor parte de los mexicanos que tenemos ingresos de modestos para abajo, es la aprobación de una pensión vitalicia para los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación como parte del engendro de reforma política. Dicen que no lo van a aceptar pero tampoco es tan meritorio ¿cuánto ganan? 246 mil 945 pesos al mes, cifra que incluye el sueldo mensual y las prestaciones nominales. Además, se embolsan casi 364 mil pesos por concepto de aguinaldo, casi 60 mil como prima vacacional y un pago por riesgo que me imagino que también es anual por 411 mil 816 pesos.
Son datos violentos y groseros cuando además sabemos que –es un secreto a voces— fue un “regalo” del PRI a los magistrados por-el-extraordinario-papel-desempeñado en las elecciones presidenciales de 2012. No lo van a aceptar (de eso a que se dé marcha atrás, falta un tramo), pero el coraje ya se hizo y la indignación por lo que sí ganan y no merecen, persiste, cuando día con día los incrementos en los alimentos básicos se dan de manera exponencial; es impresionante cómo por tres productos básicos: leche, pan y huevos se gasten casi 100 pesos. Que alguien les diga que los precios de todo están por las nubes y los salarios no alcanzan y no alcanzan. Todo mundo anda buscando más trabajo, otros empleos. Esto es violencia también, porque la inacción del Estado mexicano frente a los abusos es criminal y los índices de pobreza siguen en aumento.
Por último, en esta semana se generó mucha información lamentable y dolorosamente relativa a la violencia entre iguales, particularmente entre niños y adolescentes; y también de abuso sexual y violación de menores, así como del fallecimiento de un niño por los golpes que había recibido en un acto clásico de bullying; y por la golpiza a un niño y la humillación de una adolescente en redes sociales. ¿Qué está pasando!
La descomposición social es grave, multicausal y de parte de las autoridades de todos los órdenes no hay una estrategia, una política pública, un plan o un programa cuyos efectos se sientan y repercutan en una disminución de estos casos, al contrario. La violencia está en aumento en todos los ámbitos, en la calle, entre automovilistas y peatones y ciclistas; todos contra todos; las señoras en el mercado o en el súper; los niños en las escuelas; los jóvenes en los antros. Estamos mal y sí, somos responsables, pero no los únicos responsables. Es urgente que actuemos de manera coordinada para detener esta ola de violencia que hasta el papa Francisco lamentó refiriéndose a los hechos en Tamaulipas, pero esto es generalizado en mayor o menor medida. La violencia se ejerce cotidianamente en todos sus tipos y es preciso poner un alto.
Presionados, estresados, cansados, con problemas y falta de dinero o de trabajo, enfermedades, problemas con los hijos, con los padres; con los jefes, los compañeros de trabajo; sin vacaciones, con dos y tres turnos para que alcance; con las demandas constantes de comprar y de tener porque es lo que se ve en la tele y en el entorno: tener, tener, tener; comprar, comprar, comprar. Es una vorágine que debe parar porque no nos lleva a ningún lado y la autoridad debe hacer lo que le corresponde y poner orden.
Estamos mal en verdad y recuerdo de pronto del título de una novela, de Martín Vigil, que, efectivamente, expresaba la descomposición social: Cierto olor a podrido.

Publicado en El Informador el sábado 24 de mayo de 2014.

sábado, 17 de mayo de 2014

INE: Retroceso histórico

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Cuando se aprobó la dizque reforma política, equiparé el “producto” con una especie de monstruo, un engendro deforme y gigantesco, como los kaijus de Guillermo del Toro. La traducción literal del japonés es “bestia extraña” y sí, lo sostengo ahora que, fuera metáforas cinematográficas, ya quedaron listas para su publicación y entrada en vigor las leyes secundarias en la materia.
Algún político y creo que sólo fue uno entre 500 diputados, dijo que con las leyes secundarias aprobadas ayer, lo que se está logrando es fortalecer la partidocracia, consolidarla; y coincido. Pero esto no es lo peor.
Desde hace meses, cuando todo esto estaba en pleno enjuague y estira y afloja, los expertos, los que sí saben, como José Woldenberg y María Marván Laborde, llamaron la atención muy a tiempo como para ser tomados en cuenta, sobre la regresión, el retroceso histórico que implicaba hacer un solo organismo electoral nacional que se encargara prácticamente de todo. El atentado era contra el federalismo, dijeron entonces. Hoy, los hechos se han consumado y vamos a ver en 2015 cuando se apliquen los cambios principales, cómo va a operar el sistema electoral.
El Instituto Nacional Electoral (INE) tiene todas las facultades para intervenir en comicios locales. Se supone que sólo en dos casos: cuando en la entidad de que se trate esté en riesgo la paz pública (léase Michoacán y Tamaulipas, pero también pueden ser Guerrero, Jalisco, Oaxaca y/o Veracruz…) y cuando no existan condiciones políticas idóneas ¿¿¿??? Sí, bueno ¿y eso quién lo determinará? Los consejeros electorales nacionales que llegaron ahí por la vía de las cuotas partidistas; y bastará con que cuatro consejeros se pongan de acuerdo, que coincidan en que no hay condiciones para “atraer” procesos electorales locales. Estas facultades me parecen una oportunidad para la corrupción, para la manipulación; para que, a la hora de la hora, lejos de tener certidumbre, la desconfianza cunda; me imagino lo que llegarán a hacer los partidos, especialmente los más poderosos si acaso ven que están perdiendo alguna elección. ¿A qué se refieren con la ausencia de condiciones políticas idóneas? A que munícipes, gobernadores y el mismo Presidente de la República así como otros actores políticos (del Poder Legislativo y del Judicial) se entrometan en los comicios siempre y cuando las intromisiones o injerencias, sean comprobadas, si no, no. Ajá.
El común denominador de la reforma política y sus leyes secundarias es la ambigüedad y también algunas trampas, por ejemplo: los requisitos complicadísimos para que cualquier ciudadano pueda ser candidato. El interesado debe reunir miles y miles de firmas; 100 mil por ejemplo, si se pretende ser candidato al Senado; para ser candidato a la Presidencia de la República, es necesario reunir firmas en una cantidad equivalente a uno por ciento del padrón electoral, ahorita más o menos serían 800 mil firmas.
Otro asunto raro (quizá no tanto) es que se les haya quitado a todos los organismos estatales –que pasan a ser casi sucursales decorativas del INE— una de sus funciones sustantivas: la capacitación. Muy conveniente para justificar presupuesto y gastos sobre todo en años no electorales y, la verdad, ineficiente a lo largo y ancho del país como podemos comprobar nada más volteando a nuestro alrededor. Ahora bien, no creo que porque esa área sea ahora facultad exclusiva del INE las cosas cambien, más bien van a concentrar todo el presupuesto “etiquetado” para esa actividad y no veremos resultados palpables como es costumbre.
Los organismos locales nada más podrán organizar elecciones siempre y cuando no sean “atraídas” por el INE; y no todo; ya no identificarán casillas; no habrá ya casillas “espejo” (así que no tendrán que insacular ciudadanos); el INE también se encargará de la geografía electoral (división por distritos) y como ya había dicho, de la capacitación.
De plano los hubieran desaparecido, pero como los diputados no quisieron verse mal, optaron según ellos por una solución “híbrida” y ¿qué creen? Para los que pensábamos (a pesar de lo que dijo el senador Chema Martínez, uno de los principales impulsores de esta reforma, de que nunca estuvo en las justificaciones el ahorro presupuestal) que habría algún tipo de ahorro, pues no; y, lejos de eso, aunque no se relaciona con el  INE, pero sí con el Tribunal, sí se aprobó una pensión vitalicia para los magistrados.
El único punto rescatable y está en veremos porque los partidos y sus operadores se pintan solos para hacer obsoletas las leyes incluso antes de que entren en vigor, es el de retirar precandidaturas y candidaturas si se rebasan los gastos de campaña; un poco de atolito… para que no digan.
El retroceso es histórico y descomunal. ¡Qué vergüenza! después de que México llegó a ser el gran ejemplo mundial.

Publicado en El Informador el sábado 17 de mayo de 2014.

domingo, 11 de mayo de 2014

Tamaulipas

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Cuando en México sufríamos la “guerra” contra el narco y el crimen organizado que emprendió Felipe Calderón, una de las entidades en donde la violencia se recrudeció y los muertos y desaparecidos se contaban por miles, era Tamaulipas. Y, en general, poco se sabía de lo que sucedía en ese Estado porque todos tenían miedo y, de hecho, muchos periodistas perdieron la vida y otros tuvieron que mudarse a otros puntos de la República mexicana o a otros países; de manera que la información era irregular, escasa y ambigua.
Alguna vez leí una crónica anónima en donde el autor o autora decía que fuera de Tamaulipas no conocíamos ni conoceríamos la verdadera situación; que lo que trascendía a los medios de comunicación o lo que se manejaba en la prensa eran apenas esbozos de una realidad que tenía a los tamaulipecos encerrados en sus casas muy temprano, temerosos, trabajando al mínimo, valorando la posibilidad de salirse, de dejarlo todo; mientras la sociedad en su conjunto aprendía qué hacer en caso de tiroteo.
¿Cuántos muertos en Tamaulipas además de los 200 indocumentados masacrados y encontrados en San Fernando? ¿Cuántos periodistas? ¿Cuántos inocentes?
Desde principios de este año empezaron a llegar noticias de la violencia en Tamaulipas. Los números son elocuentes (y oficiales, del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública): entre enero y marzo se registraron 356 homicidios, 210 de ellos dolosos y el resto, culposos; y se tiene el registro de 103 secuestros, la cifra más alta de todo el país. Un delito que, por cierto, según el Observatorio Nacional Ciudadano, se incrementó de manera dramática en 2013. Hay un aumento de 20.97% en las denuncias por secuestro (más los que no se denuncian) y de 10.59% en las de extorsión.
Bueno, pues desde enero, no sé si se ha permitido que la información salga y se difunda o realmente es un recrudecimiento de la violencia por las razones que luego ya, aunque ni las dijeran, todos sabemos: las luchas entre cárteles o la disputa por la plaza a partir de la detención de tal jefe. Ah, porque eso sí, nunca es por corrupción (rara vez se reconoce), ni por la infiltración de los criminales en las diversas esferas de gobierno.
Independientemente de qué esté sucediendo realmente, hasta el quinto mes del año la realidad de Tamaulipas lleva al Gobierno federal, específicamente a la Secretaría de Gobernación “a tomar cartas en el asunto”. ¡Hasta ahora! ¿Por qué hasta ahora?
Una vez más, como sucede (es un asunto pendiente y de urgente y grave resolución) en Michoacán, las dizque autoridades “se ven obligadas a tomar decisiones”, a intervenir, a modificar las estrategias ¿pues no que muy buenos para enfrentar la realidad nacional y actuar en consecuencia? ¿No que se las sabían de todas, todas? ¿No que nada más con ellos íbamos a vivir mejor y que con las reformas y no sé qué tanto más?
Lo peor de todo es que mientras van cubriendo con lodo su regadero de ineptitudes, corrupciones y negligencia; tal cual como una estrategia paralela, van “gestionando” espacios en revistas y medios de comunicación internacionales para hacer parecer ante el mundo que en México todo es perfecto y marcha sobre ruedas.

No es así, y Tamaulipas es sólo un ejemplo de cómo la clase política (no importa a qué partido pertenece, para el caso es lo mismo) manipula y maquilla y oculta. No sé, la verdad, hasta cuándo van a sostener esta ficción que tiene al país sometido por la crisis económica (nada más hay que revisar y preguntar por la capacidad de compra de las familias) y sumido, en unas entidades más que en otras, en la violencia y la inseguridad.

Publicado en El Informador el sábado 10 de mayo de 2014.

domingo, 4 de mayo de 2014

Platón, representación y felicidad

Ciudad adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Esta semana, específicamente el 30 de abril, terminó el periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión. Si todo marcha como los legisladores lo han planteado, estarán convocando a un periodo extraordinario entre mayo y junio con el propósito de continuar con la discusión de las varias leyes secundarias de distintas reformas que están pendientes, entre otras, la llamada de manera genérica Ley Telecom.
Eso sí, antes de irse, aprobaron una serie de disposiciones para que, en caso de que el Presidente de la República así lo considere pertinente, es decir, cuando él crea que hay peligro grave o conflicto (discrecional) se suspendan los derechos y las garantías individuales en lo que se conoce como estado de excepción. Desde antes de su aprobación hubo manifestaciones contrarias, incluso ante instancias internacionales, pero no fueron tomadas en cuenta y la razón es que, en resumidas cuentas, se criminaliza la protesta y existe el riesgo de que se violen derechos humanos fundamentales. Esto es grave, pero así quedó, vamos a ver qué pasa cuando entre en vigor y se aplique por primera vez.
Reforma energética, educativa, política, de telecomunicaciones en fin, lo que implica el reformismo peñista es… demasiado.
Y la verdad es que no tendría que ser motivo de preocupación en un sistema democrático y representativo. Si el sistema funcionara, los ciudadanos estaríamos simplemente ocupados en trabajar, cumplir con nuestras obligaciones, disfrutar de nuestros derechos y ser felices. Pero no. Suena simple sin duda, pero esto tan sencillo que acabo de describir y que resume las aspiraciones de la mayoría, es una conclusión, sueño, meta o como se le quiera llamar que está pensada, repensada, analizada, desmenuzada y revisada desde diferentes ópticas, posturas y corrientes de pensamiento, de Platón para acá.
Recientemente leí una entrevista que le hicieron en 2013 a Giuseppe Duso, un filósofo e historiador italiano de la Universidad de Padova, sobre la historia conceptual y algunas aplicaciones contemporáneas (disponible en esta liga: http://www.revistaenie.clarin.com/ideas/historia/Giuseppe-Duso_0_976102402.html). Primero, cabe decir que la historia conceptual es una disciplina que, básicamente y de manera muy general, se dedica al análisis del vocabulario político a lo largo del tiempo en una práctica con métodos y modelos que conducen incluso a la reflexión filosófica y permite comparar con la práctica y el discurso de la clase política de nuestros días.
Pues bien, en la entrevista Duso hace una serie de consideraciones sobre la representación y nos remite a los tiempos de la Revolución francesa, la voluntad general, el bien común y, por supuesto, a la representación, que es esta fórmula a través de la cual los ciudadanos, como colectividad, somos representados en un mismo nivel que nuestras necesidades y demandas por otros ciudadanos electos para tal fin, ciudadanos en quienes se deposita la confianza de la representación para que lleven adelante reformas, leyes, normas y todo lo necesario precisamente para que todos vivamos como describí hace un momento.
Duso hablaba de una profunda crisis en Italia. Hizo un diagnóstico de la situación, dijo que la confianza en los representantes electos estaba en ese momento en su mínimo histórico y reconoció el abismo que existía entre representados y representantes. De pronto, mientras leía, sentí que estaba hablando de México.
Duso explica, a raíz del fracaso del movimiento Cinco Estrellas en su país, que tenía como objetivo precisamente salvar el abismo entre representantes y representados, que el fracaso se debió al papel que han jugado el imaginario de los políticos, los intelectuales y la gente común  “en esta dicotomía: por un lado aparecen quienes piensan que la democracia representativa es el modo racionalmente mejor para la vida política, y por otro lado están quienes, con la imagen de la democracia directa, critican la democracia representativa en virtud del hiato de la representación y de la ocupación del poder por parte de los partidos”.
Esta aporía o contradicción que señala el filósofo italiano, se reproduce pues en México, es decir, hay fallas estructurales en la representación, no hay confianza o está también sus mínimos históricos y, en consecuencia, la eficiencia no aparece por ningún lado.
En este contexto y a sabiendas de que la mayoría de los mexicanos no creemos en los supuestos representantes, reitero, es demasiado lo que están haciendo en el Poder Legislativo y estoy convencida de que es a propósito porque rebasan la capacidad de atención y participación de la ciudadanía, sin considerar que en junio estará en todo su apogeo el mundial de futbol y ya otros analistas han dicho que convocar a un periodo extraordinario en esas circunstancias garantiza que menos mexicanos estén atentos a lo que suceda en las cámaras de Diputados y Senadores.
¿Por qué así? ¿No sería más fácil que de verdad nos representaran, que pudiéramos confiar en ellos? Las ideas de Platón siguen vigentes.

Publicado en El Informador el sábado 3 de mayo de 2014.