Ciudad adentro
Mientras nos encontramos inmersos en campañas electorales locales y
nacionales que se desarrollan en niveles cada vez más bajos entre la ignominia
y la estulticia, es preciso no perder de vista lo que sucede a nuestro
alrededor. Quizá no tengamos el poder para evitar los efectos de ciertas
decisiones pero tal vez sí estemos en condiciones de prevenir o, de perdida,
que el trancazo no nos pegue tan fuerte porque, de alguna manera, ya lo estábamos
esperando.
Antes de entrar al punto quiero referirme a esta costumbre de la clase
política mexicana, específicamente del PRI que ha enseñado a los demás, de emitir
mensajes al revés. Han sido tan diestros en tal práctica que muchos la
identificamos, hemos aprendido a leer entre líneas. No siempre aplica, depende
de tiempos y estilos, pero la verdad, las recientes noticias y declaraciones
sobre lo maravillosa y perfecta que es la economía mexicana,
dan miedo; si es un mensaje al revés quiere decir que la situación empeorará.
Ahora sí. Desde que escuché los elogios del Fondo Monetario Internacional para
la economía de nuestro país sentí un escalofrío que no se me ha quitado porque
después, en la semana, se hicieron otras afirmaciones en extremo optimistas. El
FMI, este organismo multinacional que hace y deshace con las economías y las
soberanías de los países, a través de su informe semanal sostiene que se espera
una “mejoría” en la actividad económica mexicana. Claro que este dato lo
conocemos por referencias de la Secretaría de Hacienda que, claro, no dudaría
en hacer extensiva tal expectativa.
Esto se dio en el marco de las Reuniones de Primavera a que convocan precisamente
el FMI y el Banco Mundial. Luis Videgaray, secretario de Hacienda, afirma que
México está mejor preparado que otros países para enfrentar la crisis que
viene. En primer lugar me parece que la comparación sobra. Se está o no se está
preparado, punto. De todas maneras, si estuviera menos, el Gobierno mexicano no
es de los que aprende en cabeza ajena y el ejemplo es la crisis de 2008; mucho
menos si nada más recibe “reconocimientos” por su manejo de la economía nacional y por las sobreexplotadas pero bofas
reformas estructurales.
Los escalofríos se recrudecieron con el “arsenal” que dice Agustín Carstens
que tenemos. Me acordé de los resfriados y las pulmonías como alegoría de
nuestra relación comercial con Estados Unidos, y que efectivamente fueron un
mensaje al revés del mismo Carstens. En 2008 dijo que la economía mexicana ya
no dependía de la estadounidense tanto como antes, de manera que si en el
vecino del Norte tenían neumonía aquí apenas llegaríamos a resfriado. No fue
así.
¿Qué dijo el gobernador del Banco de México? Ancho como pavorreal por los
elogios que recibió de la directora del FMI, afirmó en el Senado que la
“fortaleza económica” de nuestro país se basa en que las reservas llegan a 195
mil millones de dólares y que el FMI autorizó una línea de crédito flexible por
70 mil millones de dólares. Ya, con eso. Según Carstens con esto será
suficiente para enfrentar la volatilidad financiera y los vaivenes cambiarios.
Y si el Fondo Monetario dice que México está de maravilla ¿cuál es el problema?
Qué miedo.
¿Y nosotros qué? Los mexicanos, la población. En sus cuentas alegres no se
menciona que desde 2012 a la fecha, es decir, desde el arranque de la presente
administración, los precios de la canasta básica se han incrementado ¡en
promedio! 100 % con base en datos de la Alianza Nacional Agropecuaria,
Comercializadores y Consumidores. ¿Y los salarios? No mencionan tampoco que la
industria alimenticia ha reducido las porciones de sus presentaciones pero no
ha bajado los precios. Estas acciones tiene un nombre técnico que no recuerdo
(el sinónimo que se me viene a la cabeza no lo puedo escribir) pero lejos de
ser un apoyo para la economía familiar no hace más que castigarla, porque
además de reducir el gramaje también se está bajando la calidad.
El INEGI acaba de informar que en febrero la economía nacional se estancó,
se redujeron los niveles de actividad de los tres sectores sobre todo del
primario. Estos datos contrastan con las declaraciones del FMI, Carstens y
Videgaray… Mensajes al revés. Debemos prepararnos para lo peor.
Publicada en El Informador el sábado 25 de abril de 2015.