Ciudad Adentro
Aunque son los
datos correspondientes al primer trimestre de este año, por supuesto que los
resultados no se darían a conocer en el marco del Día del Trabajo, si de por
sí, la situación está que arde, se hubiera puesto peor con esta información que
ahora entrega el INEGI y que el gobierno, ni tardo ni perezoso, se ha encargado
de manipular, por supuesto, para su beneficio y para mantener el velo de la
simulación y el engaño sobre la mayor parte de la población, en lugar de
reconocer que la tan llevada y traída reforma laboral ha sido contraproducente.
Anexo aquí,
antes que otra cosa, la liga para consultar íntegro el comunicado del INEGI
porque son varios los indicadores y los positivos, los menos, sin embargo, como
ya sabemos, son los que el gobierno a través de sus voceros se encarga de
difundir como si fueran la gran cosa, va: ENOE 2016.
Bueno, de
entrada y en resumidas cuentas, el empleo en México es cada vez de menor
calidad, cada vez más precario, vulnerable y mal pagado. Los resultados
coinciden con la realidad. Podemos estar de acuerdo en que la situación es
grave, en que hay desempleo, subempleo, que los ingresos de las personas
cayeron; que de buenos empleos las personas se ven en la necesidad de aceptar
malos empleos y que la informalidad ha crecido.
No me alienta
saber que el empleo ha crecido si se trata de trabajo de baja calidad; empleos
que se ofrecen a través de empresas de outsourcing
y que por lo tanto, no otorgan las prestaciones de ley; empleos mal pagados,
sin ninguna garantía para los trabajadores porque la demanda es tanta que a
muchos patrones no les importa la inconformidad y los bajos salarios de sus
empleados.
¿Qué revela la
encuesta? Es curioso que el INEGI,
dada su autonomía, emita primero un boletín en donde únicamente se refiere a
los cuatro indicadores “positivos”, a saber: 1.- La Población Económicamente
Activa (PEA) en México es de 52.9 millones de personas; en el primer trimestre
de 2016, 50.8 millones de mexicanos se encontraban ocupados, es decir, 973 mil
más que en el primer trimestre de 2015. 2.- La población subocupada llegó a
cuatro millones para una tasa de 7.9 %, menor a la de 2015 que fue de 8.1 %
(¡huy cuánto!). 3.- La población desocupada se situó en 2.1 millones de
personas y la tasa de desocupación correspondiente fue de 4 % de la PEA;
porcentaje menor al mismo periodo del año pasado, cuando fue de 4.2 % (¡¡¡!!!)
y 4.- “Con series desestacionalizadas (a ver quién les entiende) en el
trimestre en cuestión la tasa de desocupación registró un descenso frente al
trimestre anterior (4.2 % vs 4.3 %)”. Sin ser experta en lo absoluto, basta ver
los cuatro indicadores, así, a vuelo de pájaro, para concluir que los
resultados de la reforma laboral no son los prometidos, no se acercan ni
tantito. Y mucho menos si entramos a revisar los otros resultados, los que no
se mencionan: 1.- el empleo precario se incrementó y llegó al peor nivel de los
últimos diez años (¿y la reforma laboral pues?). 2-. Aumentó el número de
personas con bajos salarios y se redujo el grupo de los mejores ingresos. 3.-
62 % de las personas ocupadas, es decir, casi 32 millones de mexicanos ¡no
tienen acceso a servicios de salud! 4.- Y el empleo informal también creció en
1.5 %, representa ¡más de la mitad, casi 60 % de la población ocupada!, es
decir, estamos hablando de 28millones 814 mil personas.
Cuatro contra
cuatro y creo que los primeros quedan anulados con los segundos. Y, si me
apuran, con los niveles de incremento o disminución tan bajos de los primeros,
todos, todos, están para llorar.
Y para seguir
llorando y que no nos mareen con sus dizque explicaciones, aquí la definición,
un fragmento de hecho, de empleo precario según la OIT: “Es el trabajo que se
realiza en la economía formal e informal y que se caracteriza por niveles
variables y grados de particularidades objetivas (situación legal) y subjetivas
(sensación) de incertidumbre e inseguridad […] se lo suele definir por la
incertidumbre que acarrea en cuanto a la duración del empleo, la presencia de
varios posibles empleadores, una relación de trabajo encubierta o ambigua, la
imposibilidad de gozar de la protección social y los beneficios que por lo
general se asocian con el empleo, un salario bajo y obstáculos considerables
tanto legales como prácticos para afiliarse a un sindicato y negociar
colectivamente”. Este indicador es el peor en los últimos diez años… para
llorar.
Columna publicada en El Informador el sábado 21 de mayo de 2016.
Extra: anexo aquí la liga de la OIT de donde obtuve la definición, un fragmento, de empleo precario, es un informe muy interesante por lo demás, de ese tipo de documentos que por lo general no se difunden de manera masiva. Aquí la liga: Del trabajo precario al trabajo decente.