sábado, 10 de septiembre de 2016

"In crescendo"

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Todo está en aumento, en incremento, in crescendo. Y ojalá fueran cosas positivas, benéficas para todos, pero no. Recurro a la jerga musical (no pretendo en lo más mínimo pisarle los talones a mi gran y admirado amigo Jaime García Elías) para que la certeza no sea tan brutal. Crecen a pasos agigantados y de manera exponencial: la inseguridad, la indignación, el coraje, los precios de todo —el índice inflacionario es un promedio evidentemente manipulable; ese dos por ciento y poco es propio de una película de ficción y no de la dura y cotidiana realidad—, el desempleo, los empleos precarios, los ingresos de los más corruptos y de los más ricos; la pobreza y las enfermedades.
Crece la ineptitud en los gobernantes, la mala imagen del país, las bajas calificaciones para proyectos económicos y las pésimas decisiones, irreflexivas e irresponsables; aumentan la deuda, la desconfianza, la desesperanza, el descontento. También se recrudece la debilidad de la máxima autoridad en este país y de ahí, hacia donde volteemos.
La situación es grave. Desde algo tan simple y aparentemente sin importancia como la impunidad de la que goza el titular de la Conade, por sólo citar a uno; hasta el desdén, el menosprecio del Primer mandatario hacia su pueblo, al que representa, al que se debe. Que malinterpretamos a Trump, que no dijo lo que dijo sobre los mexicanos… La estulticia es descomunal y sabemos todos quiénes el que no habla y, por lo visto, tampoco entiende inglés.
Por si fuera poco, más o menos a un mes del regreso a clases, se informa a los padres de familia que pueden participar en los foros de consulta sobre el “Modelo educativo 2016”; en septiembre, cuando las clases ya empezaron, cuando los planes y programas de estudio están definidos; cuando se supone (oh sorpresa) que la convocatoria a tales foros fue en 2014. De pronto recordé aquellas mesas de consulta ciudadana que instaló el exgobernador Emilio González Márquez (qué desagradable traerlo a la memoria) a las que de plano renunciaron varios expertos en diferentes áreas porque en realidad ya todo estaba enjuagado o cocinado. Las mesas sólo fueron un parapeto para que se dijera que dizque ese gobierno sí atendía las ideas, propuestas y señalamientos de la sociedad civil. Ajá. Sucede ahora lo mismo. Es frecuente que los gobiernos así operen, después de todo “ellos saben cómo hacerlo”, “la gente votó por ellos” y los-mexicanos-somos-menores-de-edad… Claro.
Efectivamente, con una búsqueda simple, apareció en formato PDF el “Modelo Educativo 2016”, obvio, es la primera edición. Antes, clasificado como anuncio (es raro que alguien “entre” a tales anuncios), aparece un sitio del Gobierno de la República en donde se invita a quien le dé click a participar en los foros de consulta “que se llevarán a cabo de febrero a junio de 2014”. Anexo aquí la liga correspondiente para que, si puede, viaje en el tiempo y asista. Aquí dejó la liga para que constate las fechas de la convocatoria y los documentos del “Modelo educativo 2016” y de la “Propuesta curricular 2016”:  Modelo educativo 2016.
Este simple hecho, la falta de actualización del sitio, la invitación de hace unos días para emitir nuestra opinión en los foros de consulta, deja en evidencia que todo está hecho al aventón, como parapeto, para cubrir el expediente y asegurar que sí, que todo se hizo en tiempo y forma. El cinismo y la desfachatez también crecen.
Ahora bien, basta una revisión somera a los documentos que cito, para darnos cuenta de que no hay ninguna propuesta innovadora que en verdad nos conduzca a elevar el promedio educativo que como país tenemos, mucho menos si se obliga a los directivos escolares, tanto de plantes públicos como privados, a no reprobar a ningún niño o adolescente. Esto es real y el propósito es elevar, de manera ficticia claro está, tales promedios. Así que la falsedad y manipulación de datos también está in crescendo.
Deliberadamente quise profundizar un poco en el aspecto educativo, uno de los rezagos y problemas más sensibles, urgentes y complicados de nuestro México, pero lo cierto es que lo que crece en el país es preocupante y doloroso. No he hablado de las fallas en el sistema judicial que, por supuesto, inciden en un incremento en las injusticias; ni del pensamiento ese que cunde entre la clase política, relativo a “cortar una cabeza” (léase circo o Videgaray) para dizque contentar a las masas; o de la división popular que desde el poder se fomenta. In crescendo sí, toda esta realidad que no sólo cuenta y mucho, pesa y cada vez más.

Columna publicada en El Informador el sábado 10 de septiembre de 2016.