domingo, 15 de octubre de 2017

Emergencia

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Emergencia

Hace una semana más o menos se anunció oficialmente la conclusión de la búsqueda de cuerpos en las zonas devastadas por los sismos en la Ciudad de México y el inicio de la reconstrucción. A partir de esto se ha incrementado en redes sociales y a través de mensajes de WhatsApp, el reclamo directo al Presidente Enrique Peña Nieto sobre todo por dos “propuestas” que dejan en evidencia una vez más, el manejo ineficiente de la situación --por decir lo menos--, la falta de ideas, de iniciativas significativas para salir de la emergencia y la ausencia de disposición que bien se podría interpretar como mezquindad y comprensión real de lo que está pasando.
Las dos “propuestas” de seguro las conocen pero vale la pena retomarlas para no perderlas de vista ni por un instante: microcréditos y organización en “tandas” con un “apoyo” de 120 mil pesos para “construir” una vivienda digna y suficiente de dos recámaras.
Si de por sí el gobierno estuvo ausente en el inicio muy probablemente apabullado por las acciones ciudadanas que no esperaron a ver con qué ocurrencia salían el Gobierno federal y el de la Ciudad de México, ahora, con una displicencia y desfachatez se plantean créditos (así como para que los damnificados queden endeudados por varios años) y tandas para construir cada por casa con 120 mil pesos. Qué bárbaros, se exceden con tal nivel de generosidad (sarcasmo). ¿Alguien se acuerda del costo de la Casa Blanca? ¿La que dizque “compró” la esposa del Presidente con “sus ahorros”? Bueno, en un cálculo moderado se informó que se compró en 54 millones de pesos, claro que con más de dos habitaciones. Esa cantidad alcanzaría para 450 viviendas de 120 mil pesos cada una. Es clara la minusvaloración de la realidad de los mexicanos, particularmente de los afectados ahora por los sismos.
Con este cuento neoliberal de no regalar, bueno, a los afectados que perdieron sus casas por deficiencias en la construcción, porque las empresas constructoras no cumplieron con los requisitos y sí obtuvieron los permisos correspondientes de la autoridad, se les propone endeudarse, pero además ni siquiera es propuesta: “es lo que hay”.
A propósito de estas genialidades se está convocando a través de redes a una marcha que se espera sea multitudinaria para el próximo 21 de octubre. La lista de donativos es larga y la cantidad total multimillonaria. Nada más Google y Facebook donaron dos millones de dólares; más otros millones donados por empresarios mexicanos y extranjeros, por gobiernos de otros países y los donativos valiosos y significativos de las comunidades de mexicanos en diferentes naciones. No es posible que se estén planteando créditos ni tandas. La reconstrucción debe cargarse a la cuenta de los donativos que se siguen recibiendo y al presupuesto previsto para situaciones de emergencia, el Fonden. Es fundamental que antes de tomar cualquier decisión se transparenten los recursos recibidos y también debe ser más claro que el agua de un manantial virgen, el destino que se dará a cada peso. Nada de que a “Chuchita la bolsearon”.
Hace cinco días hubo un concierto en el Zócalo de la Ciudad de México, #EstamosUnidosMexicanos, en el que participaron cantantes que desde el primer momento se organizaron para captar recursos y hacerlos llegar directamente y no a través del gobierno. Se promovió la donación a #LoveArmyMexico y se reconoció, primero, la fortaleza y la solidaridad del pueblo mexicano que no esperó a la autoridad de ningún tipo para actuar de inmediato y salvar gente; segundo: se criticó la inacción del gobierno, su ausencia, su pasividad; tercero: se promovió la necesidad de permanecer juntos y de votar por “gente decente”, de no permitir ningún abuso más, de propiciar los cambios desde la gente y no dar marcha atrás.
La fuerza de la que somos capaces cuando estamos juntos quedó más que en evidencia y es a lo que desde el poder  se le tiene más miedo. Seguramente por eso se criticó y descalificó el concierto. Lo he visto en partes, pero los toques de trompeta y el himno nacional con el puño en alto me emocionaron hasta las lágrimas. Es posible, hay que impedir la división entre nosotros a toda costa. Los políticos ya están haciendo cálculos con el ingrediente del sismo.
Ya basta. La emergencia no ha terminado, urge mantener la unidad y la claridad para que las cosas cambien en México a favor de los mexicanos.


Columna publicada en El Informador el sábado 14 de octubre de 2017.

Fe de erratas: en el artículo que se publicó en El Informador dice: "...450 mil viviendas", debe decir: "450 viviendas", aquí ya está corregido.

Obnubilación

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

Cuando las posturas llegan a los extremos y se arraigan, lo que sigue es un efecto de obnubilación de quienes se ubican de uno y de otro lado. No hay margen para el diálogo, no hay manera. Quienes están así, instalados en sus “convicciones” o en sus “ideas” no escuchan y/o escuchan lo que quieren; no leen o no leen bien, o entienden lo que quieren, lo que las trampas del cerebro los lleva a entender que muchas veces, casi siempre, en realidad es tergiversar lo que sea que haya querido decir el que escribió.
Viví en carne propia algo así hace algunos años. Seguramente el lector recordará la “visita” de las reliquias de Juan Pablo II y las declaraciones previas del vocero de la Arquidiócesis primada de México, Hugo Valdemar, quien “celebró” la llegada de las reliquias y el recorrido que haría por el territorio nacional porque eso “fortalecerá la fe” de los católicos mexicanos.
Me acuerdo como si hubiera sido ayer. Estas declaraciones que relato y no otra cosa, las critiqué en radio, dije que dar tal valor a las reliquias era similar a fomentar la idolatría. Bueno, las llamadas llovieron para preguntarme que si qué tenía contra Juan Pablo II, que si no era católica, que me creían buena, que se habían equivocado conmigo… Las llamadas se sucedieron por varios días aun cuando repetí una y otra vez lo que había dicho para que cesara la mala interpretación y tergiversación de mi comentario, bueno, pues fue peor, de plano fue necesario no mencionar más el asunto para que bajara la intensidad de las reacciones en una buena parte de los radioescuchas en aquel momento.
Aunque ya había tenido sospechas de esto, con este incidente lo comprobé ampliamente: cuando alguien se instala en una posición extrema, radical, ya no escucha, ni entiende razones como dice la canción. La cerrazón es total, falla el entendimiento y se altera la realidad en niveles alarmantes.
Bueno, pues algo así sucede en España. La población está dividida en el país, está dividida en Cataluña y, aunque no se puede hablar de cuántos están de un lado y cuántos del otro (la impresión es de que son todos o casi todos) por lo pronto es posible --y alentador-- encontrar españoles, de diferentes grupos de edad, que ni de uno ni de otro, que hacen una lectura clara, sin juicios ni prejuicios, sin señalamientos brutales, sin agresión verbal, que analizan las posturas extremas, las decisiones del Gobierno español y las de la Generalitat y que son capaces no sólo de criticar a ambos por la manipulación, la marrullería, la violencia y las malas y pésimas acciones y omisiones, sino que además están convocando a los que no están en los polos del conflicto político, a manifestarse por la paz a partir de hoy sábado en todos los ayuntamientos de España. Vestidos de blanco marcharán por la paz con la esperanza de encontrar a alguien con un poco de cordura que promueva el abordaje del asunto en términos de respeto. Otra manifestación en Cataluña que no está cargada del lado del Gobierno de Rajoy pero que tampoco está a favor de la separación se anuncia para el domingo.
Otras ideas y otras posturas son posibles, existen y reclaman, desde la madurez y la responsabilidad en las expresiones, ser escuchadas. Sin desgarre de vestiduras, sin acusaciones, sin utilizar a los niños, sin provocar con acciones ni omisiones.
Así como las posturas extremosas dificultan los acuerdos, en la misma medida, quienes se ubican de un lado y del otro, empezarán a pagar los costos correspondientes. Tanto a Rajoy como a Puigdemont, Junquera y el llamado “estado mayor” que coordina las estrategias y decisiones separatistas, se les va a revertir, más tarde o más temprano, usar a la gente para sus fines.
En todo lo que he escuchado y leído en las últimas semanas sobre este tema, de lo que menos se habla es de los beneficios para la gente. Cálculos políticos, las críticas a los partidos de izquierda, el discurso del rey; el éxito que de cada lado se dice haber alcanzado… y mientras tanto, la ofuscación a la que han llevado a la población persiste con todos los daños que, sabemos, puede causar.

Ojalá las manifestaciones de blanco despierten de la hipnosis que causa la ofuscación a todos los que se encuentran en ese estado, porque será la única manera de empezar a querer resolver una de las mayores crisis políticas que ha vivido España en los últimos años.

Columna publicada en El Informador el sábado 7 de octubre de 2017.

domingo, 1 de octubre de 2017

Calma chicha

Ciudad Adentro

LAURA CASTRO GOLARTE (lauracastro05@gmail.com)

La represión en Cataluña ejercida por la Guardia Civil del gobierno de Mariano Rajoy deja un saldo de unos 500 heridos. Foto: El Día.
No puedo estar y no estar. La tierra llama y está presente en cada esquina, entre la gente, en los acentos, en la historia, en las palabras, en la comida, en los sueños, en los recuerdos, en los negocios, en los jóvenes activistas impresionantes, organizados y generosos; México está aquí, de mil maneras. Si se midiera con una gráfica de picos diría que hay una línea constante, alta, de ocho para arriba, con un pico muy pronunciado hacia la cima a partir de los sismos. Así podría medir el interés y la presencia de México en Madrid.
Con todo, aun con los chicos que todas las tardes se reúnen en la Puerta del Sol para apelar a la generosidad de los españoles y de los colombianos y venezolanos y estadounidenses y puertorriqueños y ecuatorianos y otros mexicanos que pasan por ahí, el jueves fue necesario que cambiaran de sitio y caminaron hacia la Plaza Callao, a unos metros de distancia, porque los desplazó una manifestación contra el referéndum independentista de Cataluña. España está sumida en una vorágine y atrapa.
Desde antes de viajar a Madrid sabía que el uno de octubre era una fecha clave (ya es mañana) y hasta pensé en trasladarme para allá y cubrir la consulta; como si fuera un trámite más, un proceso rutinario, de cajón, algo que de alguna manera forma parte de la normalidad de los españoles. Recuerdo una entrevista de hace más de diez años, más o menos, cuanto estaba en radio, a un catalán activista a favor de la separación.
Foto: América 2.1.

Ahora es distinto y cada vez tiene su propio contexto, han cambiado los actores. En esta ocasión concluyo, como resultado de conversaciones y lecturas, primero: que tanto la actitud del gobierno de Mariano Rajoy como la de la Generalitat, radicales ambas, tienen otros propósitos. Joan Manuel Serrat y amigos españoles coinciden: en medio de los gritos de dos posturas extremas desde hace semanas, se ha dejado de lado totalmente la información relativa a la crisis económica y a la corrupción política en España (me suena, me suena…).
Segundo: no es un asunto de defensa de la identidad en lo absoluto. Las comunidades autónomas en España son una fórmula que ha funcionado e implica respeto y leyes que protegen idioma, tradiciones, costumbres y lo que quieran. Cataluña es uno de los máximos ejemplos de los avances en este sentido.
La tercera conclusión la pensé antes de escuchar la opinión de una mujer en radio: el problema de fondo es el reparto de los impuestos. Todo parece indicar que hay desigualdades que, como podemos inferir, corresponde al Gobierno español atender pero ya; y afectan no sólo a Cataluña sino a otras comunidades autónomas. Es decir, es un asunto que se tendrá que revisar más temprano que tarde, concienzudamente, con la intención de sentar bases y definir reglas claras y justas para todos, que aporten garantías hacia futuro.
Desde el primer momento me llamó la atención el discurso de Rajoy apelando a una democracia que no practica, aunque ya otros han explicado mejor que yo esa conducta (léase Eduardo Mendoza en El País) y, del lado de Cataluña, quién mejor que un catalán para ayudar a entender (dicho sea de paso, Mendoza también lo es) con una lectura puntual e íntima. Serrat dijo en Chile: “la convocatoria del referéndum no es transparente porque está creada con una ley elaborada por el Parlament pero a espaldas de los demás miembros del Parlament”. Agregó que fue exprés, sin discusiones ni reformas y, sobre esa base “este tipo de referéndum a mí no me da la sensación de que pueda representar a nadie”; lo que ha propiciado es “una gran fractura social en Cataluña”.
Dijo algo más: “independencia es una palabra hermosa que inflama el corazón de los jóvenes y que moviliza a las gentes” pero las consecuencias prácticas de una separación caerán como baldazo de agua fría, dos por lo menos: servicios de salud y salida de la Unión Europea.
En cuanto a Rajoy, lo responsabiliza de la situación actual y quiero entender que se refiere al nivel de radicalización, a las tensiones, presiones y decisiones que tienen al país sumido en una calma chicha.
Se siente la tensión, el aire es pesado. Supongo que hay miedos y deseos fervientes de una realidad que no sea ríspida, de que se busquen soluciones sin aspavientos ni asperezas, con inteligencia, sin posturas extremas. Imposible permanecer ajena a lo que pasa en estas tierras o desinteresada o ignorante. Es fuerte y va en aumento, ojalá se resuelva de la mejor manera para la gente, no puedo desear otra cosa.

Columna publicada en El Informador el sábado 30 de septiembre de 2017.